Casi siempre se piensa que los problemas de fertilidad de las
parejas, es debido a las mujeres; Pero eso no es así, se está
demostrando cada vez más, que es el hombre quien tiene el problema.
Por eso aquí os dejamos un artículo muy interesante sobre el tema, esperamos os sea de ayuda.
En España se dan aproximadamente 800.000 casos de parejas con
problemas para tener descendencia por vías naturales. La mitad de estos
casos se deben a dificultades de fertilidad asociadas al hombre. Una
estadística que no para de crecer, especialmente en relación a la
disminución de calidad del semen de los españoles en los últimos años.
Estos problemas de fertilidad masculina se debe a varios factores
relacionados con el actual estilo de vida de las sociedades
desarrolladas, que van desde un aumento del estrés, una alimentación
poco equilibrada y con excesos a la ingesta demasiado elevada de bebidas
alcohólicas, tabaco y otras drogas.
Sin embargo, los expertos alertan ahora de que la existencia de factores
ambientales también influyen en la infertilidad del varón. Uno de ellos
son los llamados disruptores endocrinos, unas sustancias químicas
presentes en el medio ambiente y que entorpecen el correcto
funcionamiento del sistema hormonal, lo que repercute de manera negativa
en la capacidad reproductiva masculina.
Entre otras cosas, se ve mermada la movilidad, el volumen y la
concentración de los espermatozoides, lo que hace que disminuya la
calidad del semen. Aunque su nombre te suene extraño, los disruptores
endocrinos están presentes en productos con los que convivimos a diario,
como algunos envases de plástico, insecticidas, productos de limpieza o
pinturas.
Por no hablar de que se están realizando estudios que analizan si las
ondas electromagnéticas que emiten los teléfonos móviles y determinados
dispositivos electrónicos pueden llegar a empeorar la calidad del semen,
y consecuentemente provocar la infertilidad masculina.
lunes, 14 de mayo de 2012
lunes, 7 de mayo de 2012
Calcio en el embarazo
El calcio es un nutriente importante para las mujeres embarazadas.
Los alimentos adicionales que consumas durante tu embarazo, no
deberían ser simplemente calorías vacías, deben contener los nutrientes
que tu bebé necesita para crecer. El calcio ayuda a desarrollar y a
mantener los huesos y los dientes fuertes. Mientras estés embarazada,
necesitarás calcio para tu cuerpo y calcio adicional para tu bebé en
desarrollo. De igual forma, te harán falta una mayor cantidad de
nutrientes básicos de los que necesitabas antes de quedar embarazada.
La mejor forma de consumir la cantidad de calcio que necesitamos es
ingiriendo 3 raciones de alimentos del grupo de los lácteos. Ejemplo:
. Un vaso de leche.
. Un yogur.
. 1/2 taza de helado.
.2 cucharadas de queso rallado.
Si te gustan los licuados con leche son una excelente opción!
Pero sin duda los valores más altos de calcio se encuentran en los
quesos, sobre todo los quesos duros. A mayor maduración del queso mayor
cantidad de calcio.
Por eso vigila tu consumo de calcio para que sea suficiente para ti y
tu niño. Prevendrás la osteoporosis y al mismo tiempo aseguraras el
inicio de una adecuada mineralización de los huesos del pequeño.
La cafeína durante el embarazo
Durante el embarazo hay que tener ciertas precauciones y cuidados en lo que respecta a los hábitos alimenticios. No es que tengamos que eliminar ciertos alimentos sino que informarnos bien y tratar de consumirlo en la justa medida. Nos referimos, en este caso, a la cafeína durante el embarazo, la cual hay que evitar consumir en exceso ya que puede traer problemas y desordenes.
La cafeína es una sustancia estimulante que se encuentra en el café, en el té, en algunas bebidas gaseosas, en el chocolate y los productos con chocolate como cola-cao, galletitas, etc. Es producida naturalmente por muchas plantas de las cuales se extrae para agregarlas a ciertos productos y bebidas.
Varios estudios dicen que una dosis elevada de cafeína puede traer problemas de fertilidad y posibilidad de aborto involuntario. No importa de cuál fuente sea la cafeína, (té – café – gaseosas) el efecto es el mismo: incrementa la presión de la sangre, aumenta los latidos del corazón y la cantidad de orina en nuestros riñones.
Lo que sucede es que en el embarazo la cafeína está por más tiempo dentro del cuerpo y demora más en ser eliminada. La cafeína atraviesa la placenta y llega al bebé, la cual puede causar disminución del flujo sanguíneo que afecta directamente al bebé.
Durante el amamantamiento, mientras se ingieran cantidades bajas de cafeína, no hay por qué eliminarla de nuestra dieta. Lo importante es consultar con nuestro médico, que nos asesore bien y siempre mantener los límites…sabiendo que, siempre que se controle la cantidad y no se abuse, podemos disfrutar de esos ricos alimentos que la contienen.
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